Hoy encontré esto mientras cumplía misiones en la bahía de Desierto del Pavor. Aparentemente el pescador llevaba todo el día atrapándolos. A él le parecían repulsivas y algo espeluznantes, para mí eran un recordatorio de un terrible horror. Un terrible horror que creí que este continente no tendría que enfrentar. Que ingenuo fui...
En este momento solo puedo especular y asumir. Tal vez son solo criaturas nativas de esta región. Despues de todo, son pulpos. Pero mis instintos me dicen que son algo peor. Son la primer señal de la presencia de un Dios Antiguo.
Ojalá este equivocado, pero no tengo muchas esperanzas. Los Dioses Antiguos permean el mundo. Son un cancer imposible de extirpar. Los titanes en su sabiduría se dieron cuenta que los Dioses, con toda su malicia y destructiva naturaleza, eran tan parte del mundo como todo lo demás. Destruirlos, era destruir el mundo.
La solución: encerrarlos en el vientre de la tierra. Atrapados en un sueño eterno y privados de su poder--o al menos eso esperaban.
Nuestra llegada no trajo solo caos y destrucción, tal vez nuestra mera presencia desperto algo oculto y olvidado. Algo que dormía en las profundidades de pandaría, a salvo del alimento que es el caos. Protegido por la niebla que ahora se ha disipado.
Algo puede estarse retorciendo en las profundidades-- algo muy, muy malo...
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